Cuesta despegarse de una vida que has construido y que conoces bien. Sé que es una metáfora muy tosca, pero me siento como un chicle pegado en una pared, si tratas de quitarlo se estira como la mozarella. Esa es mi sensación en estos momentos, me estoy despegando literalmente. Enfrento el reto con ilusión, pero no deja de ser una aventura, un salto a lo desconocido... Salvando las distancias, soy el bueno de Marlow adentrándose en "el corazón de las tinieblas".
Sin embargo, a estas alturas, habiéndome despedido de todo el mundo, tengo ganas de que termine el suspense, de llegar a Kin y empezar mi nueva vida, porque eso es exactamente, una nueva vida.
por cosas de la vida, soy de los que piensan que no existe una nueva vida. que hay dos opciones: o aceptar que lo siguiente en tu vida es parte de ella misma, o lo que me parece mas grave, pensar que lo que ya has vivido no ha valido la pena. me refiero a que parece que cuando viajamos renunciamos a nuestra VIDA ANTERIOR. suena muy grave decirlo asi, pero he visto cambiar la forma de ser de gente cercana, tan solo por un viaje, un curso o unas vacaciones. paloma, tu no lo hagas, disfruta todo lo que ocurra, bueno o malo, porque eso forma y formara parte de ti siempre.
ResponderEliminarargi ibili, beti gora begira.
Gracias por el consejo. Estoy de acuerdo eh? Mi vida es estupenda aquí, no reniego de ella, al contrario, por eso me cuesta tanto dejar a mi familia, mi cuadrilla, mi casa, mi trabajo...Esto no es ninguna huida, es una decisión meditada pero es difícil dejar todo, incluso las comodidades y las facilidades de ocio, para pasar a vivir a una ciudad como Kinshasa...Por supuesto que va a ser parte de mi vida, es probablemente algo que recordaré siempre y que me dejará huella como lo hizo Mumbai...y siento defraudarte, pero supongo que en algo me cambiará también: percepciones, sentimientos, pero tengo la certeza de que será para mejor y de que no quiero perder nada ni a nadie de los que os quedais aquí...en parte, por eso surgió la idea de este blog, porque en la medida que me lo permita la tecnología, quiero que os vengais a Kin conmigo...
ResponderEliminar