jueves, 1 de septiembre de 2011

Soy minero

El "affaire cassitérite" continúa. Así han llamado al asunto del chófer que tomó prestados 1200 kg de casiterita para pasar la frontera congoleña en un coche de las Naciones Unidas.

Seguimiento de la noticia aquí.

Resulta que el tribunal de Goma ha dictaminado la friolera de tres años de prisión para el pobre Julien, que todavía sigue silbando "soy minero", pero ahora ya pensando en su plan de fuga, porque no es tan fácil hacer túneles subterráneos con un cepillo de dientes y una cucharilla de café.

Entre tanto, la Asadho, que es la Asociación Africana de Defensa de los Derechos Humanos ha presentado una queja frente al Tribunal por la desproporción de la sanción, que según ellos, debería haberse limitado a una multa económica.

Los motivos para exigir únicamente el pago de una multa, contrariamente a lo que podáis pensar, están bien fundados. Se basan en una sanción previa de un asunto, que también tiene mucha gracia, ocurrido el 4 de febrero.

Os pongo en situación: un avión "Gulfstream V" de la empresa americana Southlake Aviation LLC con sede en Tejas, matriculado en los Estados Unidos. La carga del avión: 7 pasajeros y 480 kg de oro con un valor de mercado de 20 millones de dólares. Condena impuesta: multa de tres millones de dólares.

La crítica de esta asociación es en relación a la diferencia de condenas en uno y otro caso, y francamente, no les falta razón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario