Hace tiempo que
quiero hablar en un post de los expats y del desarraigo. Recientemente me han
invitado a una boda a la que probablemente no podré ir. Y me ha venido al pelo,
para hablar de todo esto. Me da mucha rabia no poder ir a esta boda, me gusta
mucho esta pareja, es de estas parejas que se hacen el uno al otro mejor
persona. Una de esas parejas por la que pondrías la mano en el fuego. Una de
esas bodas a las que vas gustosamente. Pero vivir fuera tiene estos
inconvenientes y hay que aprender a vivir con ello sin que te devore por
dentro.
Ningún expat va a
reconocer que esta desarraigado. Porque no es agradable reconocerlo y porque la
palabra es muy fea. Pero el desarraigo, o lo que entendemos por ello, es un
mecanismo de defensa. Si después de cinco años que llevo fuera de mi casa, en
las condiciones en las que vivo, que son muy buenas, pero implican volver a mi
casa dos veces al año, me doliera perderme un cumpleaños, me tendría que volver
por donde he venido, porque no podría soportarlo.
Cuando llegué a
Congo, mi compi me decía que era la cooperante más arraigada que conocía. Sin embargo,
según pasa el tiempo, las cosas te van doliendo menos, es el mecanismo de
defensa del que hablaba. No implica que quiera a mi familia ni un ápice menos
que antes, o que no siga adorando a la gente que siempre he adorado. Implica
que para vivir de una manera en la que no puedes contar con la presencia física
de aquellas personas en las que normalmente te apoyarías ante cualquier
dificultad, tienes que crear otros arraigos, y apoyarte en otras personas, que
sustituyen a tus amigos y a tu familia en esos momentos de dificultad, y en los
momentos de alegría.
Hay mucha
literatura sobre los expats (más que nada entre las nuevas tecnologías). Creo que
es justo que se hable de nosotros, porque somos gente peculiar que va contra la
norma. Estando en la treintena, la gente se va a vivir con sus parejas, se
casa, tienen hijos, es lo normal. Como explicar a una persona que sigue un
camino normal en su vida que tú eres un nómada, que hoy vives en Kigali, mañana
en Hanoi y pasado en Tiblisi, y que eso es normal para ti. Que tener hijos es
algo que no entra en tu plan por el momento, puesto que te impide llevar esta
vida nómada. Como explicas que cuando tus posibilidades son infinitas, volver a
casa, aun no está en tus planes. Como explicas que tienes sed, de ver el mundo,
de conocerlo, de vivir experiencias, de entender otras culturas, no desde el
viajecito de quince días, sino desde el que vive y trabaja con una visión, que
nada tiene que ver con la aprendida en Europa, en la medida en la que eso, sea
posible. Como explicas que te gusta interaccionar con otros expats, que
normalmente van a ser de su madre y de su padre, y que parece que no tienes
nada en común con ellos, pero compartes por el hecho de ser expat, mucho más
con ellos de lo que parece a simple vista, y mucho más que con cualquier
persona de tu ciudad, que haya estudiado incluso en tu mismo instituto. Como
explicar que las relaciones que estableces son profundas y sinceras, y cortas.
Como explicar que un día, esas personas son el centro de tu existencia y al día
siguiente se van, y te vas, con cierta pena, pero sin mirar atrás, con un
cargamento de pelis y series descargadas y con sed de otra experiencia en otro
sitio nuevo y exótico, y que facebook te garantiza que seguirás sabiendo de esa
persona. Como explicar lo que significa facebook para un expat…
Un expat tiene
recurrentemente una crisis de identidad por la vida que lleva. Por la
incertidumbre, por el miedo al desarraigo, por no querer volver a casa, pero al
mismo tiempo, por lo que eso supone, y te entran las dudas, y de pronto quieres
hijos, pero luego pensándolo mejor no los quieres, o si, o no. Un expat está y
vive en completa duda. Duda de cuál será la próxima misión, el próximo curro,
el próximo lugar de residencia, los próximos amigos, la próxima familia…Un
expat se construye una vida y amigos cada vez, allá donde va, como un caracol con
bagaje emocional. Hace y deshace, construye y derriba, avanza, avanza, avanza.
Ser expat no es fácil.
Tiene pros y contras. Requiere ser emocionalmente muy fuerte. Pero un expat vive la vida al 150%.
Totalmente de acuerdo, ser expat no se entiende hasta que no lo eres. A mi no me da pena o verguenza decir q estoy desarraigada, mas que nada es una sensacion extrana que tienes solo cuando vas de vacaciones a tu pais. Luego vuelves a tu entorno, de conocer, aprender, decubrir...y te seintes feliz.
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