"La lluvia sobre el paso fronterizo de La Corniche cae inmisericorde. “Pero dónde están éstos”, me pregunto emulando al patrón de la maravillosa y triste La Planta 14 de Víctor Manuel. Son las cuatro de la tarde, llevo desde las 6 de la mañana atravesando Burundi y Ruanda, y los pasos fronterizos han ido sorprendentemente bien… en éste último de Gisenyi a Goma, RD Congo, Papa Marcel - el poli de aduanas congoleño - incluso me ha sonreído.
Por fin Mastaki, el chófer del Servicio Jesuita a
Refugiados (SJR), me recoge en el lado congoleño. Está como siempre, feliz de
verme. De hecho, en cierta medida mi presencia aquí le hace comprender que el
JRS aún tiene trabajo para rato en Goma. Trabajo para él, y para tanta gente
que vive de este tinglado que se han montado aquí unos cuantos en Kinshasa, New
York, Kigali, Ginebra, Kampala, etc.
No trataré de explicar por qué esta ciudad sigue
invadida por la basura, por qué hay gente que pasa el día tirada en el suelo,
por qué el tráfico es un caos, por qué nadie arregla ni un metro cuadrado de
carretera, por qué la mitad de las casas están que se caen, por qué hay más
restaurantes que nunca para muzungus,
curiosamente todos propiedad de mandos de la MONUSCO… no me creo tan listo, y
además necesitaría una buena dosis de tiempo y ganas, para hacerlo, algo sólo
posible cuando mis niveles de bilis vuelvan a la normalidad.
Sólo diré que miles de personas se hacinan desde
hace más de un año en los campos de desplazados de las afueras de Goma. Grandes
extensiones de “quita y pon” para que NNUU pueda albergar cínica y cíclicamente
a las víctimas del conflicto de turno. En ALBOAN conocemos esto bien… en 2008 y
en 2012 ya estuvimos acompañando a los equipos del JRS evacuados de Goma en
sendas tomas de la ciudad por el CNDP y el M-23, respectivamente.
Honestamente, me late más hablar de DIGNIDAD. Con
mayúsculas. Esa que el SJR está intentando dar a la gente de los campos, por
medio de la Educación. Y me temo que aquí no hay lugar para avanzadas teorías
que vinculan la acción humanitaria con “ulteriores fases de desarrollo”… eso
mejor lo dejamos para donde y cuando se pueda. En el Este del Congo, donde
nunca se sabe cuándo y dónde va a saltar la chispa de un nuevo conflicto, la
Acción Humanitaria es hoy y aquí.
Hoy aquí necesitamos rehabilitar decenas de aulas de
escuelas destrozadas por el paso de la guerra, hoy aquí es nuestra misión
escolarizar al mayor número posible de niños y niñas desplazadas, hoy aquí
debemos suministrar material educativo para más de 2.000 estudiantes de
secundaria y manuales pedagógicos para el profesorado, hoy aquí podemos luchar
contra el abandono escolar fomentando actividades generadoras de ingresos entre
las asociaciones de padres y madres de alumnos, hoy aquí es nuestra
responsabilidad asistir a las personas más vulnerables – ancianos,
discapacitados, mujeres víctimas de violencia sexual - de los campos, hoy aquí es la hora de
presionar a Naciones Unidas para que no disminuya las raciones alimenticias en
los campos, hoy aquí es el momento de decir basta a la inhumanidad que reina en
el Este de la RDC.
ALBOAN está en
presente en Goma. Hoy, y durante el tiempo que sea necesario, pase lo que pase,
éste será nuestro hogar."
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