jueves, 20 de agosto de 2009

Generando generalidades sobre el género

El género.

Definición para las personas foráneas al mundillo: asunto en boca de toda ONGD que se precie.

Los indicadores de género: ahí donde la cosa se complica y mejor corramos un estúpido velo…

En mmb RDC tenemos una técnica en género, una mama fantástica y entrañable, más duliciosa que el flan Dhul. Nos está dando una formación súper buena de seis días durante estas dos semanas. Y estamos entre los hombres y las mujeres del equipo en plena batalla campal.

En el Congo, una mama no puede abrir una cuenta sin la firma del marido, asunto que nos ha sumergido en el debate del siglo. Con motivos a favor (perdón!!!) y en contra de esta ley.

En el Congo, el marido y la mujer no necesariamente comen en la misma mesa. En las bodas, las futuras novias reciben instrucciones sobre lo que han de hacer en su futura vida conyugal (obedecer al marido), las propiedades de bienes recaen sobre los hombres en su mayoría y hay un fenómeno conocido por todos (y en este todos voy a incluir también a las mujeres, porque no es el lenguaje lo que más molesta, querida tecnócrata del género, sino las injusticias y las vejaciones), llamado deuxième bureau o segunda oficina que hace referencia a las queridas, (las otras), que tienen los papas a parte de su mujer.

Y me planteo dos cosas.

La primera por empatía es que si es difícil ser una mujer en todas partes, cuanto más difícil allí donde hay triple ración de dificultades diarias, es decir, me pongo en su piel y pienso, por un lado y egoístamente, de la que te has librado reina y qué suerte tienes con tu Kelly a tu nombre, tu coche a tu nombre y tu sueldo para ti (y para el banco) sin que nadie te mangonee (excepto el banco), y por otro, qué putada y qué injusto ser aquí una mujer y tener limitado el acceso a la educación, la salud y el desarrollo personal; y si tienes más suerte y eres una mujer cultivada, qué putada también vivir y ser consciente de esa eterna lucha diaria para ganarte un espacio y un reconocimiento cuando nada está de tu parte.

Y por otro, que no son solo las mamas las que sufren discriminación. En este país hay jerarquías para todo y cuando has estado puteado desde que naces, no hay nada que te haga más feliz que tener a alguien por debajo a quien putear. Si eres administrativo, al chofer, si eres chofer, al guardián y si eres guardián, al limpiabotas, y el círculo sigue pero yo me canso y además creo que ya me he hecho entender. Con lo cual, no son uno ni dos, son dos mil esquemas mentales diferentes e interconectados los que nos separan. Y los mundeles podemos venir con el cuento de esto pasaba en Europa hace cincuenta años, pero lo cierto es que la evolución que toma este país es y ha de ser, distinta a la que tomó Europa en su día. Nos guste o no. Con chinos o sin chinos. Con contratos leoninos o sin contratos leoninos. Porque si en África es mejor no hacer planes, mucho mejor es no hacer planes sobre África.

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