jueves, 11 de agosto de 2011

Vaivenes


En un año en Kigali ves pasar a mucha gente, mucha gente que llega y mucha gente que se va y cuando los que se van son tus amigos, no hay nada que te haga acostumbrarte a ello. Precisamente mañana se van dos amigos que he conocido aquí y precisamente nuestros caminos se cruzan. Ellos van ahora a Kinshasa. Me preguntaban si queda alguien de los que conocí allí. La triste realidad es que no. Excepto los amigos congoleños, nadie de los expats de mi época esta allí, todos se han ido, menos una, creo.

Es curiosa esta vida itinerante en la que la gente se despide de ti diciendo: quizá nos volvamos a ver en cualquier otra parte del mundo…

Supongo que eso otorga cierta relatividad al mundo como planeta. Todo es abordable e iré a visitarte a Tombuctú o a Colombo, si la cosa se tercia. Ese aspecto, sí que me gusta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario