domingo, 10 de mayo de 2009

Bichos

Los bichos merecen también otro capítulo aparte. Hay bichos de todo tipo, puedo hacer incluso apartados:

1) Las hormigas
Si dejas por el espacio exacto de dos nanosegundos una miga de pan en la mesa, todo se llena de hormigas de color parduzco, más pequeñas de lo normal, y con esto quiero decir, de las que yo conocía hasta ahora. Lo mismo ocurre con una gota de aceite, de agua, o cualquier cosa que se te caiga, todo termina con aspecto de hormiguero que no es que de asco, pero sí un poco de rabia. Tener una fila de hormigas en el cajón de los cubierto no es agradable.

2) Los mosquitos
Malos siempre, portadores del paludismo, ahora estamos en la época de lluvias así que es digamos, su agosto particular. Los hay cabrones que se ensañan y te dejan la pierna desde el tobillo hasta el muslo como un colador. Se turnan para comer digamos y pueden picarte varios en la misma zona. El repelente funciona más o menos bien, pero hay que acordarse de ponérselo...La única satisfacción que te dan es cuando de vez en cuando das una palmada y matas alguno, será una tontería, pero os juro que se sacia algún que otro instinto de venganza.

3) Las lagartijas, lagartos y demás reptiles de colorines
Impresionan a veces por su tamaño, aquí los hay bien grandes, y los hay negros y naranjas o de otros colores. También se hace raro verlos correr por las paredes de casa. Normalmente asociamos las lagartijas con el “exterior”. Se quedan colgados en el techo, pero eso es bueno porque se zampan los mosquitos del punto 2, que recordemos, son siempre malos.

4) Los ratones
En el campo, bueno. Pero en la oficina o en la casa, rotundamente asquerosos. Menos mal que tenemos a Isaac, un gatito más pequeño que Primus (que por cierto, nunca apareció) y que tiene más miedo a los ratones, que los ratones a él. Pero bueno, sólo con el olor a gato, los ratones ya no se acercan.

5) Los gatos
Pues qué queréis que os diga, Primus era genial, era muy guapa y muy espabilada y Isaac es más nervioso y más guarrete, no es tan guay, pero supongo que nos tendremos que acostumbrar al cambio. Todavía no le he cogido mucho cariño, pero supongo que será cuestión de tiempo, sigo de luto por Primus, será un rollo chungo visceral de los tauro, pero cojo mucho apego y luego me cuesta...

Y creo que más o menos, excepto algún gallo y alguna cabra que he visto andando por la calle, estos son todos los bichos de Limete, con los que tengo digamos, contacto diario...

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