viernes, 22 de mayo de 2009

Maderos

No hago más que meterme con la poli, que si dan miedo, que si son corruptos, que solo quieren pasta y que si ves uno, sonríe mucho mientras aceleras…

Bueno, pues en esta entrada del blog voy a hacerles justicia y voy a contaros todo lo que hace referencia a la temida policía congoleña.

Para que tengáis todos los datos.

En Limete hay un cuartel de la policía. Pero quieto parao todo el mundo que ya os estáis imaginando algo que no es…Cuando digo un cuartel de la policía, eso quiere decir una tienda de campaña, repito, una tienda de campaña en medio del jardín, como esas grandes del ejército, pero en blanca (o fue blanca un día), en plena calle, con unas sillas fuera, los escudos antidisturbios apoyados en la tienda y una señal de STOP, al lado.

Ahora vamos a situarnos en la piel del poli bueno, al que le dan su traje azul (pero de aspecto como de militar), botas de militar y cinturón de militar, y te dicen, vale, ya eres poli, ahora te vas a la puta calle, a dormir en una tienda de campaña. Pero tranqui nena, que no te va a pasar nada, que tienes una señal de STOP que va a hacer que todo el que tenga ganas de ir a darte una tunda de palos durante la noche, se reprima.

Mira, yo trabajo en una ONGD, y a veces tengo pajas mentales de flores y maripositas, pero en esas condiciones me hago poli malo, que quieres que te diga.

Aquí en Kinshasa, todos actuamos bajo un mismo instinto: el de la supervivencia.

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