Enredos

Bien, en el día de hoy ha empezado lo que podemos denominar como el típico sainete tragicómico congoleño.

Empiezan a reportarse las primeras desapariciones de niños, niñas y mujeres en Goma por parte del M23. La tortura, violación; y la saga de crímenes contra la humanidad por la que espero que La Haya haga responsable a los responsables algún día; comienza…

La MONUSCO permanece en la zona, según ellos, para proteger a los civiles. Madnodje Mounoubai, su portavoz en Kin, ha declarado que como fue acordado, ellos mantendrían el apoyo a las FARDC, pero que como las FARDC han desaparecido del mapa, que claro, que no tienen a quién apoyar. Comienza el sainete.

Dice la MUNUSCO en cuanto al armamento del M23, que lo único que puede decir al respecto es que no ha sido fabricado por el M23, que no sabe quien se lo ha proporcionado, pero que ha sido adquirido fuera de la RDC. Sigue el sainete.

Los ministros provinciales han movido su sede, pasándola de Goma a Beni. Supongo que ahora, sin Goma de por medio que controlar, tendrán menos trabajo…

La Asamblea Nacional reunida en Kinshasa, sin el primer ministro que está en Kampala, hablan y hablan y hablan, bla, bla, sobre las identidades, la amputación del Congo, declarar la guerra a Ruanda (esto por lo bajini y extraoficialmente), la oposición pregunta por qué no se ha opuesto ninguna resistencia a la entrada de los rebeldes en Goma, los defensores de Kabila contestan que todas las preguntas serán respondidas cuando el primer ministro vuelva, que digo yo entonces, para qué se reúnen  si no pueden solucionar nada sin el primer ministro, en fin, palabrería que no va a ningún lado, nudo central del sainete congoleño.

Ruanda, a través de su Ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación, Louise Mushikiwato, dice que puesto que la opción militar claramente ha fracasado, que es el momento de dialogar. Enredo.

Y ahí se queda la cosa, porque en los sainetes siempre hay desenlace, pero en el Congo no, todo queda siempre en enredos, a los que se le suman otros enredos, y así nos va.