domingo, 31 de julio de 2011

Sequía

Supongo que he pasado por un momento de sequía literaria, como en el Cuerno de África. Sólo que la sequía en este caso es literal...

He estado leyendo un poco sobre el asunto, los informes de OCHA, las noticias de CICR, MSF, ACF, etc., etc...Opiniones de todo tipo de miembros de ATTAC, en fin, de todo un poco. Me ha llamado la atención una serie de reflexiones que hablaban, como últimamente viene ocurriendo en estos casos, de la comparación entre lo que ha ocurrido en Noruega y lo que está ocurriendo en el Cuerno de África. ONG que aprovechan para mandar mensajes del tipo: "Lo que ha ocurrido en Noruega es una tragedia, pero no olvidemos que en África mueren en silencio X miles de personas..."

Francamente, esta misma reflexión se lanzó después de los atentados de septiembre en Estados Unidos, y ya entonces, me pareció una jugada de marketing un poco sucia. Es como si se muere tu padre y te viene alguien diciendo, lo mío es peor, mi padre se murió cuando yo tenía 10 años...

Efectivamente, es peor, pero lo mío es ahora, no sé si me explico...Decirle a una sociedad conmocionada que en otros sitios ocurren cosas peores, tratando de recaudar pasta a través de la compasión mal encauzada me parece ruin. Sin matices.

Supongo que entenderéis que soy una persona a la que le preocupa lo que está pasando en el Cuerno de África, porque son mis actuales vecinos, y porque el primer informe de OCHA alertando de la situación data del mes de abril, y estamos casi en agosto. Este es el tiempo de reacción que se da el mundo para evitar que no muera más gente de hambre, que es de lo peor que se puede morir uno, lenta y dolorosamente.

Me preocupa también la poca atención que se le ha prestado en Europa al resurgimiento de los movimientos de ultraderecha, con locos en sus filas como este de Noruega, en contraposición a la atención que se pone en  los grupos terroristas islámicos, con locos en sus filas como este de Noruega. Solo que los orígenes son distintos y los tratamientos que se les dan también, aunque los resultados de sus actos parecen no ser tan diferentes.

Un artículo hablaba de esto, de las categorías de personas, y de la importancia mediática que se le da a una cosa y a otra, ahí sí que estoy más de acuerdo, enfocarlo por ahí es claro y la pregunta que uno se hace también: ¿Es más importante lo que le ocurre a un tipo de personas en Noruega que lo que le ocurre a otro tipo de personas en Somalia?

La respuesta del artículo era que no quería creerlo así. Mi respuesta es que sí, que vivimos en un mundo en el que unas personas tienen más importancia que otras, importa la pasta que uno tenga e importa la clase, importa el curro que tienes y el puesto dentro de ese curro, importa tu marca de coche, e importa cuál es tu equipo de fútbol...¿cómo no va a importar donde hayas nacido?

No es lo mismo ser noruego que ser somalí, ignorar este hecho es ignorar el funcionamiento de este mundo. Ahora bien, la cuestión es que si vivimos en un mundo que trata a unos seres humanos como tales y a otros como perros, ¿queremos vivir en ese mundo?, ¿queremos ese mundo para nuestros hijos?, ¿qué coño queremos? y ¿qué vamos a hacer para cambiarlo?

viernes, 15 de julio de 2011

Tiempo

Acabo de regresar de unas vacaciones estupendas, que como todas las vacaciones estupendas, se han acabado muy pronto y me han sabido a poco.

Pero enfrento la recta final, cinco mesecitos de nada, que se pasan volando y en los que no sé si me dará tiempo a terminar mi proyectito en los coles (de nuevo posesivo cariñoso), pero acepto el reto, y si lo consigo, sería el primer proyecto de medicusmundi financiado por el Gobierno Vasco en África que termina en plazo. Seriáis testigos de una hazaña y mi nombre pasaría a los anales de la historia de medicusmundi, o quizá no...Si no lo consigo, no os preocupéis, estoy en un regular standard aceptable y por supuesto, le echaré la culpa a otro/s.