miércoles, 13 de abril de 2011

Peajes

Hay aquí una mujer que conozco que ha vivido en diferentes países del mundo y me decía que no sabía si yo estaba de acuerdo, pero que los expats, generalmente se vuelven un poco como los locales allí donde están. Es decir, te adaptas a la forma de ser local y vas cambiando un poco tus hábitos. No lo había pensado hasta entonces, pero desde luego, no podía estar más de acuerdo.

Tengo claro que en Congo he venerado la Primus, he adorado la rumba y he admirado el arte, al margen de desarrollar altísimas cotas de cabreo y que aquí he empezado a querer ocultar ciertas cosas, a temer los envenenamientos que se producen en la colina y a llevar una vida de asceta. La sola idea me da pavor. Sin duda, ya era consciente de lo diferentes que están siendo ambas experiencias, sin embargo, un segundo fin de semana en Bujumbura me ha recordado la imagen que yo tenía de los africanos alegres que te sacan a bailar y te piden matrimonio y lo diferente que es esta ciudad extra limpia que agota su vida a las 18:00 de la tarde (hora zulú) y que ofrece tanto confort a cambio de tanto silencio.

Todo en la vida tiene un peaje.

jueves, 7 de abril de 2011

Antoinette

Hay una mujer maravillosa en Kigali. Se llama Antoinette y es modista. A base de tijeras ha llegado a construir un colegio para los peques de un barrio de Kigali, Kacyru, donde yo también vivo. Es estupenda. La adoro. Es alegre, es tenaz, es constante. Vamos, se sale de la media nacional, sobre todo por lo de alegre. Ayer estuve con ella, vino a la oficina a visitarnos, aunque la veo a menudo porque soy una voluntaria de su proyecto. Doy clases de inglés a los profes, que se las ven y se las desean tras el cambio de idioma del francés al inglés en la escolarización obligatoria. En fin, el caso es que charlaba con ella y me decía cuánto adoraba su trabajo, incluso ahora, que no ve muy bien, pero coge sus tijeras y se relaja...

Me recordó a otra mujer, de más o menos la misma edad que me repite constantemente que se morirá con el peine. Le conté a Antoinette que mi madre es una peluquera apasionada por lo que hace. Entonces me preguntó un montón de cosas, y hablamos sobre la formación, sobre el instinto natural, sobre las chicas que salen de la academia y lo diferentes que eran antes y ahora, le conté todo lo que mi madre me ha repetido todos estos años, estaba tan de acuerdo que me dijo: dile a tu mamá que en África, hay una mujer como ella.

Hay otro artículo sobre Antoinette aquí, porque ella inspiró el proyecto de millecollines.

Mis condolencias

Ya se conoce el balance final del accidente aéreo: 32 víctimas mortales de 33 pasajeros del avión, sólo ha sobrevivido uno. No conocía a nadie pero conozco a gente que ha perdido amigos, en parte se debe a que la mayoría de gente que conozco ya no está en Kin, si no, pensar en la cantidad de amigos y amigas que cogían ese vuelo...

Lo siento mucho por las víctimas, son para mí los extraños por los que más lo he lamentado personalmente y de corazón en los últimos tiempos.

martes, 5 de abril de 2011

Los hay que nacen con estrella...

Bueno, bueno, bueno, bueno, no sé ni qué deciros. He sido muy reiterativa sobre el hecho de que coger un avión en RDC es como firmar un acuerdo con Monsieur Guillotine, no sé si sabéis que hay unos requisitos para entrar en un aeropuerto europeo y la mayoría de compañías africanas está en la lista negra (supongo que por la cantidad de cajas negras, que por cierto, son naranjas, que han tenido que abrir estas compañías, perdón, chiste negro).

Ayer se estrelló otro avión en el aeropuerto de N’djili, pero esta vez era uno de Naciones Unidas! Si recordáis por anteriores entradas, son los vuelos que ponen a disposición de cooperantes que tengan que moverse en el país (al margen de su propio personal claro), hay un vuelo de MONUSCO, que es el artista antes conocido como MONUC y otro de PAM (Programa Mundial de Alimentos en sus siglas en francés) para personal de PAM y de MONUSCO, resto de Naciones Unidas, Agencias de Cooperación Bilateral y ONG acreditadas, en este orden. En resumen, mucha gente coge estos vuelos. En el número de víctimas, la prensa no se pone de acuerdo, van entre seis y dieciséis según informaciones, en cualquier caso, no pinta nada bien…

La noticia de Radio Okapi, la radio creada por la MONUSCO cuando se llamaba MONUC.

domingo, 3 de abril de 2011

Me equivoqué

He tomado una decisión. He estado equivocada en la vida hasta ahora. Estudié Trabajo Social y orienté mis prácticas profesionales de último año al trabajo en una ONG de Desarrollo. Hice un voluntariado en terreno y luego conseguí una beca en otra ONG de Desarrollo, trabajé en ella tres años, mientras me formaba y hacía diversos cursos de cooperación al desarrollo y perfeccionaba mi francés, tratando de no olvidar el inglés que ya sabía. A día de hoy llevo casi tres años trabajando en terreno entre dos países africanos francófonos (o que lo fueron en su día) y mientras tanto me he sacado un postgrado en gestión del ciclo del proyecto mientras sigo estudiando otro postgrado de acción humanitaria y hago otros diversos cursos, no me vaya a aburrir. Pero he hecho el primo. Esto no es lo que yo quería.

He decidido que quiero ser periodista. Pero de las buenas, de esas que salen en la tele. Pero no quiero estudiar, quiero hacerlo bien. Así que he decidido que me voy a acostar con Atoñito el Torero y ese día, se me va a olvidar tomar la píldora, y voy a tener una hija, y la voy a llamar Ainhoita, o Conchin, que es un nombre muy televisivo. Voy a contar de esa noche en las televisiones hasta la marca de la píldora que se me olvidó tomar y voy a arruinarle la vida al torero, que además está casado, porque mi fama lo vale. Pensaréis que soy una mala pécora y que eso no está bien, pero os equivocáis, porque el país entero tendrá la tele encendida todos los días para verme, y me adorarán, aunque ejerza mi inestimable labor como periodista con los ojos inyectados en sangre o incluso aunque se me ocurra llegar al plató en pleno viaje de crac, a la gente le va a dar igual, porque entenderán mi sufrimiento.

Bueno, pues cuando ya sea famosa y salga por la tele y la gente me adore, quizá y sólo quizá vuelva al mundo de la cooperación, quién sabe, quizá me den alguna plaza en alguna OTC de la AECID perdida por ahí...