jueves, 20 de marzo de 2014

Intimo y personal

Finales de marzo de 2014 y me aventuro a decir que éste será un año un tanto extraño para mi en la soleada ciudad de Kigali.

No es un secreto que en principio, es mi ultimo año aquí, y lo mismo que para mi, para muchos otros amigos expats  que finalizan esta etapa de su vida. Así que habrá muchas despedidas.

Cuando eres un expat, aprendes a despedirte. A la fuerza. Te despides de un montón de personas a las que aprecias en cortos espacios de tiempo. Yo llevo en Kigali tres años y medio y me he despedido sin exagerar de al menos 15 personas que han sido muy importantes en mi vida aquí y como de otras 60, que no lo han sido tanto o lo han sido en menor medida.

Convendréis conmigo en que son muchas despedidas.

Puedo hacer hasta un refrán de ello: "No por mucho despedirte, la despedida se vuelve fácil". Despedirse apesta. Es lo peor. Somos todos nómadas, así que cuando te despides de la gente de aquí, no sabes si algún día volverás a Ruanda y cuando te despides del resto de expats, no sabes si algún día, podréis ser tan afortunados de coincidir en algún punto del planeta, porque uno esta en Roma, otro en Jakarta, otro en Dakar, otro en Melbourne, etc. y tu no tienes ni idea de donde vas a acabar...

Las despedidas de los expats, son despedidas, con todas las letras de la palabra despedida, en mayúsculas.

La experiencia me ha enseñado que con aquellas personas que quieres seguir en contacto, normalmente puedes, gracias al caralibro y al teléfono (ya nadie manda emails, no?) pero no es fácil, las dichosas franjas horarias que tanto odio, la distancia y el tiempo hacen que las relaciones se enfrían. En fin, ley de vida. Unos se van, otros llegan, y seguimos en la espiral de despedidas...

Como punto positivo, me quedo con lo que dice mi compi de casa. Aquí en Kigali estamos al resguardo de los gilipollas. Hay muy poco expat tonto de remate. La gente con la que comparto mi día a día es en general intelectual, culta, curiosa y muy interesante. Con historias y bagajes interesantes. Con sentido del humor. Con ideas y puntos de vista interesantes sobre la vida, sobre el amor, sobre la familia, sobre política... Con ganas de relativizar. Con ganas de reír, de saber, de conocer, de crear, de equivocarse, de volverlo a intentar, de pedir perdón, de recomenzar. Con ganas de viajar, de hacer deporte, de conversar, de conocer gente. Con ganas de vivir la vida al máximo de las posibilidades. Me aportan energía y aprendo de ellos y me siento viva y feliz.

Esto no lo puedo decir de la mayoría de la gente con la que asistía a las reuniones de vecinos de mi comunidad, cuando vivía en Vitoria, no sé si me explico. Así que me quedo con eso, con el haber conocido a gente que hacen que quieras ser la mejor versión de ti misma, aunque sea sin pulir.




3 comentarios:

  1. mejor pulirse de menos (y conservar tu esencia) , que pulirse de mas y acabar (literalmente) hecho polvo...
    Do not pull yourself! (no te pulas!)
    D.

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  2. Hombre, yo conozco expats muy tontos y gilipollas, q no se adaptan y se pasan el dia quejandose y encerrados en su circulito.
    ser expat no es 100% garantía d ser interesante.
    O yo no he tenido tanta suerte. Isabel

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  3. Jajaja, no digo que ser expat sea garantía de ser interesante, y efectivamente, gilipollas hay en todas partes. Pero creo que en general, es gente bastante abierta e interesante, aunque solo sea por toda la historia que llevan detrás, al menos, lo que yo me he encontrado...Por supuesto que el que esta toooodo el día quejándose y criticando también esta ahi, pero los calo y no me voy con ellos...a lo mejor es que hago selección y no me doy cuenta...

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