martes, 28 de abril de 2009

Cosas grandes les ocurren a veces a la gente pequeña

Hoy he ido a la Gombé con dos compis de trabajo, teníamos cita en la Inspeccion Provincial de Salud, que me ha parecido la casa de tócame Roque, pero de esto hablaré otro día, porque el evento de hoy ha sido que yo, esta humilde y simple mortal, he tenido el honor de cruzarme hoy con el mismísimo presidente de la República.

¿Cómo te quedas?

La cosa es que mis compis y yo estábamos en el coche roñoso de la irlandesa, que para más coña es un Mitshubishi Pajero, que de hecho, luego nos ha dejado tiradas de lo viejo que es, el ruido que mete y lo abollado que está (no tiene espejos, la ventanilla no se cierra del todo y te calas cuando llueve...podría seguir hasta el infinito, pero mi compi le ha cogido cariño y aunque tiene presupuestado un coche no lo quiere comprar, en fin, cosas que superan el raciocinio humano y la legendaria tacañeria irlandesa...). La cuestión es que todos los coches se han parado para que pasaran una ranchera con 10 militares, un jeep negro, un jeep gris, un jeep azul, otro jeep negro y otro jeep en el que iba Joseph kabila, seguido de otra ranchera con otros diez militares.

Quizá necesita cinco jeeps para llevar sus cinco ejes...no sé.

Bueno, pues este ha sido mi encuentro con Kabila.

Por cierto los cinco ejes de Kabila o les 5 chantiers son: educación, salud, infraestructuras, Estado y energía (nada de agricultura). Es el propósito que se marcó para su mandato el 6 de Diciembre de 2006.

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